Corrían los 90`s, proliferaban los "carretes" en casa o en colegios, el "Grunge" surgía como una gran ola, pelos largos y los aros mostraban un ápice de rebeldía. Pantalones de "Milico" cortados, comprados en el Persa Bio-Bio, bototos del Ejército dados de baja o comprados "A la mala", dependiendo de la " Movida" que tuvieras; Famosos "Puntos Rojos" con la lengua cocida, que llevaban una costura en el empeine que los hacía aún más codiciados. Como olvidar la compra de las poleras en el "Eurocentro" de tus bandas predilectas, tienda "Punky" de importación americana, que claro, una de esas eran carísimas, pero, gustabas de la exclusividad y de esa "Chapa" de chico malo, recuerdo aún mi emoción cuando compré la de Jane´s Addiction, la cual en el pecho salía una ilustración de una boca abierta y con una "Pepa" lanzada al medio... la usé hasta el cansancio.
Recuerdo que las "Micros" amarillas tenían el reinado inamovible, era una batalla sin cuartel para que te parasen, te olían cuando eras estudiante, pasaje rebajado y sin más siempre decían: "Y con esa pinta se supone que estudias", a lo que no respondía para evitar conflictos y que el tipo no me dejara 15 cuadras del paradero en el cual debía bajar. Eran energumenos y bestiales los choferes de la locomoción pública, verdaderos mafiosos, con un cero respeto, veían tu carné de estudiante y arrojaban las monedas con ira en esas chalupas algo "Kirsh"... Dios es mi copiloto es lo que más leías como leyenda en la mampara de esos buses.
Reinaba el cassette y el lápiz "Bic" para rebobinar las cintas, ya que las pilas doble "A" siempre escaseaban. Maleta de diseño, con el "Logotipo" de "Megadeth" pintado por mi puño, portaplanos colgando de la espalda con el sticker de Apple adosado. Mochila roja que era mi segunda casa.
Así pasé la segunda mitad de los 90´s, con unos "Dreadlocks", con el anillo que mamá regalo para un cumpleaños, la polera mordisqueada por el uso en su cuello, esas medias de fútbol que hacían juego con las bermudas "Milicas". El infaltable aro que aún cuelga de mi oreja izquierda y que no he sacado por rendir honor a lo que alguna vez fui. Pues, apesar de que han pasado muchos años de eso, el "Chascón" que llevo dentro se mantiene más vivo que nunca.
La infaltable hierba en las pircas de la Universidad de Chile, la beca "Unimarc" que era el descaro y la frialdad para robar algo para comer y en su mayoría hurtar alcohol... Con el tiempo ya tenían nuestros rostros como los más buscados por ese supermercado. Nos veían llegar y los guardias nos escoltaban, no es para enorgullecerse, pero si era jocoso que 3 guardias del lugar te siguieran como unos edecanes.
90´s llenos de historias y excesos, de hermandad, tiempos que no volverán, pero que tampoco se añoran, creo, que están bien donde están y como están, por lo menos tendré muchas historias que contarles a mis hijos o nietos. Sin más, esas rutinas las he contado y más de una carcajada han salido, cosa no mala, ¿No lo creen?.