miércoles, 9 de noviembre de 2011

Tengo Miedo

Sonaba el teléfono, ignorante a una noticia que no quería escuchar, contesté, a medida que la conversación se fue desarrollando fui quedando un tanto, atónito, perplejo y con una amargura que hace mucho tiempo no experimentaba. Era Marcela la enfermera en jefe del Hosp. Clínico UC Área de Cardiología, su voz no era la típica, un poco con preocupación, quizás con un poco de pena.

Me informaba que fueron analizados por el médico mis resultados de un ECG y un Holter, por lo cual había decidido incluirme en un nuevo protocolo, esta vez entraré a pabellón. Como imaginan hace 8 años que vengo tratado de superar el cambio drástico de vida que tuve. No es fácil escuchar al otro lado del teléfono: "Ricardo, el doctor optó por integrarte a un nuevo protocolo, no te asustes, pero, es el siguiente paso progresivo en tu enfermedad".

Cortado el llamado, solo apreté mi mandíbula y puse mis manos atrás, mis viejos preguntando que pasaba, les di la noticia que nadie quería escuchar. Con paso firme giré y me encerré por unos minutos en el baño, cabeza agacha, no quería llorar, pues no lo hice, ya que debo ser fuerte, debo demostrar que soy lo suficientemente capaz de no perder el ánimo, ni el control... Mi estómago se apretó a un punto de tener la sensación que saldría por mi boca, en un minuto, mis ojos se llenaron de lágrimas y de mucho temor.

Tocan la puerta y vista al frente salgo de aquél lugar, mis papás no imaginan sus caras mezcladas entre dolor, preocupación y fantasmas. Solo dije que daría la lucha, que solo Dios sabe si sigo acá, que ante la adversidad hay que poner el hombro y no dejarse vencer tan fácilmente. No niego que en estos momentos estoy muy afectado, por tener que enfrentar otra durísima prueba que me pone la vida.

Quizás por eso he decidido no tener una pareja, ni proyectarme mucho, creo que podría causar más daño que beneficios a su vida y la idea es que como dice el cuento "Vivieron felices para siempre", pues, solo en los cuentos de hadas sucede. Termino estas frases entre "mocos" y lágrimas, un poco desorientado, un poco en shock, solo para concluir, muchas gracias a todos los que de una o otra forma están y estuvieron en mi vida, perdón muchas veces por ser un ser tan hostíl y poco criterioso, que sin duda he aprendido a decir "Te Quiero", "Te Necesito" o "Quiero que estés a mi lado"... Nadie tiene la vida comprada y es tan frágil que no sabes si mañana podrás pronunciarlas... Abrazos y Besos... Ricardo.

No hay comentarios.: