lunes, 5 de diciembre de 2011

Sin Tripas, Sin Odios Y Con Solo Mi Terquedad

Hay cosas que aunque tengas experiencias en ellas siguen afectándote, hoy la vergüenza me tiene incómodo, un poco triste y no dejo de pensar en ello. Mi error sigue siendo lo mismo, sigo soportando cargas que simplemente ya no puedo sostenerlas, me debilito y al final me termino ahogando en un vaso de agua.

Quizás me auto exijo demasiado y por error exijo al resto, pues, no soy quién para hacerlo... Mi año ha sido complicado, en lo que a salud respecta, quizás más que por ella misma, es hecho de saber que biológicamente mi corazón solo está funcional en un 25%, no hay una regla clara sobre la sintomatología de una Miocardiopatía Dilatada Idiopatica.

No me canso, subo escaleras y mi corazón obedece, es por eso que sinceramente me siento invadido, lleno de protocolos, lleno de agujas, cuestionamientos médicos, raciocinios que me llevan a pensar que si fuera una rata de laboratorio ya me habrían cortado en mil partes para estudiar mi enigmático corazón.... Quizás después de mucho me planteo cuidarlo mejor y alejarme de los vicios, aunque grandes no son o eso pienso por lo menos, pero, el peor es quizás el fumar. Por otro lado es mi válvula de escape a los constantes bombardeos sin una pizca de tacto que la medicina suele afirmar... No soy lo que muchos creen, tengo muchas debilidades, un tipo que ya no tiene tripas para ser tan viseral, una persona que ha sido tan burdamente vomitivo que gastó todo su odio... Solo queda la terquedad, ya que es lo último que no me ha abandonado.

He sido muy restrictivo, a veces solo he logrado separarme y huir, en vez de quedarme a batallar, ya nada sé, estos 365 días están machacando mis sentimientos, mi razón y eso ya no es bueno. Psicológicamente con cada llamado del "Puto" Hospital mi historia cambia... La biología no se lleva con los sentimientos, no da razón a que sufres y con ello arrastras cariños, te invade el terror, porque ya no es miedo, es pánico.

Estoy cansado y amargado, me dan ganas de decir basta de una vez por todas, es como una eterna pesadilla que solo estruja tus ojos hasta dejarlos secos. No sé si mañana levantarme, no se si pedir perdón a quienes hiero sea suficiente, me pierdo y de autonomía no me ha de quedar mucha. Me siento fracasado, muy perdido, sin ánimo, lleno de rechazo a aceptar amor, aunque intento que no sea de esa forma, pero, ha sido tanto y en forma constante que muchas fuerzas no me quedan.

La vida me pasa la factura, no paro de hacer rechinar mis dientes, solo deseo llorar, de repetir en voz baja "Me quiero ir", inconscientemente solo nace hilar esas palabras de vez en cuando cuando medito. Ya no sé mucho más, pues, me he quedado sin tripas, sin odios y con solo mi terquedad...

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