jueves, 24 de febrero de 2011

Pedante

Pedante fui, pues soy humano y como tal cometo muchos errores. La diferencia es que aprendí de estos y miré la vida de otro prisma, cosa que me salvó de ser un tipo sin sentimientos ni alma. Seguramente muchos no me quieren, muchos otros(as) me borraron de sus vidas y no los culpo, simplemente no puede hacer siempre las cosas bien, ni de la forma correcta.

La vida me ha dado golpes duros cuando más éxitos he cosechado, como muchas veces he comentado corría el año 2005, había entrado a la Universidad con el claro objetivo de realizar el magíster de Diseño, todo se hacía fácil, era invencible, realizaba las cosas que quería, los trabajos me llovían, tenía un red social extensa y emprendedora, independencia económica como emocional, sed de ambición, todo era como lo había planeado, pero, la felicidad es efímera, es un suspiro rodeada de complicaciones.

Quizás el término más asertivo de esa época fue "Pedante", si era un tipo sin miramientos, engreído, que hace alarde inoportuno de sus conocimientos. Hoy cuando han pasado 6 años de aquello, la escena que imagino es como la que plasmó Sean Penn (Director) y que interpreta Emile Hirsch ,"Into The Wild"; aquél cuadro de un roñoso y vagabundo chico que mira atravez de la mampara, en la cual se refleja a si mismo pero lleno de alabos, rodeado de personas que golpean tu espalda y que alimentan tu ego en forma continua, la diferencia de Christopher McCandless es que el optó por tomar el camino alternativo, lo mio fue por fuerza mayor.

Aún así agradezco a la vida de lo que me sucedió, lo más probable es que de seguir en ese ritmo, hoy en día sería un tipo lleno de vicios, de una vida lascíva y rodeada de fantasmas. Tres de estos casi 6 años fueron de pánico, desorientación, incertidumbre, de soledad, de abandono, de olvido, de miseria emocional, pena, dolor inconmensurable, simplemente me devastó, pero, gracias a eso pude ponerme en pié de nuevo y comenzar de cero. Mi exilio llegó a su culminación, volví dispuesto a sobrellevar mi vida en soledad, me hice duro, fuerte, no creí necesitar de nadie para mantenerme en el camino (aunque sigue enseñandome día tras día) y con ello la vida me arrebató lo pedante que fui.

Hoy no soy ni rastros de lo que alguna vez fui, la vanidad se esfumó, un espejo apareció frente de mi, me hizo ver a mi espalda, lo que soy, lo que he logrado, lo que he perdido, lo que he dejado... Quienes se quedaron en el camino, amores perdidos, dolores acumulados, fantasmas entregados, la mentira que me rodeó, la falsedad de algunos, pues cambié, todo eso fue enseñanza y puedo decir que a pesar de no ser nada ni nadie, tengo el derecho a sentirme orgulloso de mis pasos, he aprendido a caminar nuevamente, he dejado todo atrás para por fin, mirar de frente al mañana.

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