Como todas las noches, llegó a mi casa, me preparo un tazón de café. La misma rutina de siempre, por meses siempre el mismo ritual. Afuera se sienten los vehículos pasar, mientras por el cable pasan "El Laberinto del Fauno", sin volúmen el televisor, solo las imágenes pasan.
Escribo esto mientras suena en el Notebook "Ghosts" de Nine Inch Nails, como siempre infaltables compañeros que no fallan en ningún lugar... Esta noche escribo del arrepentimiento, desde la humildad, de reconocer que muchas veces también cometo errores, por no saber medir mis sentimientos, la impulsividad, el querer siempre ganar y el de siempre demostrar tener la razón.
Soy intransigente muchas veces, hago oídos sordos cuando me tocan la médula, lleno de agresividad solo escupo ira y resentimiento. Pues después de mucho meditarlo, de conscientizarlo, de arrepentirme por no haber hecho las cosas de mejor manera, me veo en la mitad de la noche, con un atisbo de melancolía, quizás clamando un poco de compresión y refugiandome en sí mismo.
Es el momento de pedir perdón a quienes a pesar de todo sigo queriendo, amigos y amigas perdidos en el camino que recorro, perdón aquellos que quizás jamás volveré a ver. Creo que otra vez estoy cambiando mis pasos, sé que he hecho daño y asumo las consecuencias de aquellos actos.
Actué precipitadamente, sin pensar dije muchas cosas que jamás debieron salir de boca, a sabiendas que mi corazón no quería, ni sentía. Siento pena de no poder mejorar las cosas y enfrentarme a mis propios paradigmas. La vida ha sido un desfile de circunstancias que muchas veces se me escaparon... Hoy habla "Ricardo" no el bruto, el implacable y lapidario, sino el sensible, el que se esconde muchas veces en una fortaleza que no tiene, el que se siente frágil, el que quiere paz interior; En un mes sucedieron cosas que me han hecho recapacitar profundamente.
La muerte se llevó a un amigo querido, golpe duro a la cátedra, sin más no pude hacer absolutamente nada para evitarlo, a sus 30 años deja mucho dolor y soledad. No sé si son "Señales Maestras" que te indican que no eres nadie, que solo vienes de paso por una razón especifica... Ya no suelo ya llorar, mis ojos ya no pueden traducir ese estado, soy honesto y si lo hice, fue hace unas semanas atrás, en el baño, sin que nadie me escuchara, me daba vergüenza que mi familia se diera cuenta de aquella amargura que sigue dentro de mi.
Muchos me ven con un horizonte claro, pero no es así, mis ojos ya no pueden ocultan el dolor que constantemente me acecha, no es fácil la cruz que cargo, es dolorosa, hace que te escondas, de simular y mesurar la emoción, de solo quedarte mirando un punto fijo y no poder verbalizar absolutamente ninguna palabra, entumecido, rígido.
Hago lo que puedo, solo soy el "Ricardo", un tipo que a pesar de demostrar dureza, es tan solo un títere más que baila al son de una melodía llamada "Vida". Pido perdón a todos los que he dañado con mi alma tan agresiva, con mi muralla creada llamada "Orgullo"... Humildemente pido el perdón a los que han partido de mi lado y que me aborrecen, es el tiempo de generar el cambio, de irme lejos y no quiero dejar atrás ese sentimiento llamado "Odio" en el corazón de nadie.
Ya estoy lejano, por ahora es imperceptible, pero llegó el momento, estoy en un estado de suspensión, el proceso nonato empieza, pero antes que nada se deben cerrar los capítulos aunque sean dolorosos... Gracias, buenas noches.
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