miércoles, 3 de agosto de 2011

Viejo

Hombre nacido en 1947, de vida dura y agraz, hoy cumples 64 años de edad, siempre fuiste como mi super héroe, por lo menos así te miraba cuando era pequeño. Persona que me empujó y exigió siempre ser más de lo que tú habías sido.

Talentoso futbolista, seleccionado en la rama, toda la vida destacado por tu ferocidad y perfeccionismo como tal, de temperamento fuerte que heredé, como también muy humilde cuando cometiste errores. Te marca tu signo Leo, buen padre, con diferencias marcadas conmigo, pero, que con los años hemos ido conciliando... Siempre me he preguntado si estás orgulloso de lo poco que he logrado o si realmente pensaste que podría haber llegado más lejos.

Casado por casi 40 años, preocupado de tu familia, haz pasado por mi culpa muchas penurias, penas que quizás pude muchas veces haber evitado. Con los años te haz puesto más sensible, más quieto y lerdo, ya no eres el super hombre que siempre solucionaba toda circunstancia adversa, ya no tienes las fuerzas de antes para protegerme y claro está que es el rebote que debo asumir como hombre que ya soy.

Cumples un año más, son 64 años, 30 años mayor que tu único hijo, que aún no puedo alcanzar estabilidad y es carente en muchos aspectos. Aún así solo tengo palabras de agradecimiento por tu cariño incondicional, por tu forma loca de actuar, por comprenderme a ratos más como un amigo que como un padre.

Temes por mi futuro, te preocupa que no sea algún día autovalente, como también te preocupa que pueda volar a medias tintas. Pues, querido viejo, hago lo que puedo hacer, sin ser coformista y sabiendo mis limitaciones intento demostrar que puedo por lo menos ser un buen ser humano, aunque a veces no se refleje para nada.

Soy tu sangre mi viejo y eres irreemplazable, gracias por estar aquí, ahora, ser presente y tal vez también mañana o por lo menos eso espero... Feliz cumpleaños "Moncho", te quiero mucho.

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